
Al paso de las horas aún siguen surgiendo imágenes que revelan el nivel de devastación que hubo en San Cristóbal durante la tarde del lunes.
La fuerza descomunal de la explosión dejó una desolación que resulta difícil de comprender, con decenas de vehículos consumidos por el fuego, locales destrozados… en fin, parece una zona de guerra.
La hecho ha tenido un impacto humano desgarrador. Las cifras estadísticas no pueden transmitir el sufrimiento que la comunidad enfrenta.
Hasta el momento, se han perdido prematuramente al menos 12 vidas, mientras que más de 60 personas están luchando contra heridas físicas y emocionales en hospitales y centros privados debido a la explosión.
La incertidumbre agrega un tono sombrío, ya que más de 50 personas continúan desaparecidas en medio de las secuelas de la tragedia.
Estas imágenes no solo reflejan cómo el mundo puede cambiar irreversiblemente en un instante, dejando detrás de sí destrucción y dolor, sino que también resaltan la solidaridad y compasión humanas.
En momentos oscuros, la humanidad demuestra su capacidad para unirse y ofrecer apoyo, amor y ayuda a aquellos que más lo necesitan.